Son sustancias que contienen elementos o compuestos químicos nutritivos para los vegetales, en forma tal que pueden ser absorbidos por las plantas. Se los utiliza para aumentar la producción, reponer y evitar deficiencias de nutrientes y propender al mejoramiento sanitario de las plantas. Algunos de los efectos perjudiciales de su uso son el aporte de nitratos a las capas de agua en las áreas de cultivos intensivos, concentraciones de pesticidas, bacterias y residuos agroquímicos. Por ello, deben seguir ajustándose las cantidades que se aplican a las necesidades de los cultivos, mejorar la composición de pesticidas y fertilizantes y manejar las plagas en forma integral. Además, se deben respetar las precauciones indicadas en las etiquetas de los envases y productos.
Los fertilizantes y abonos orgánicos están formados por desechos y residuos de plantas y animales. Los fertilizantes orgánicos están compuestos por desperdicios provenientes del tratamiento industrial de partes de plantas y animales (harinas de huesos, pescado y semillas de algodón, guano de aves marinas, sangre seca, desperdicios de cuero). Por lo general se los utiliza en la horticultura intensiva. Tienen altos contenidos de nitrógeno y fósforo, que pueden ser absorbidos por las plantas en su totalidad y su aplicación en grandes cantidades, no presenta los riesgos de las dosis equivalentes de fertilizantes inorgánicos.
Los abonos orgánicos contienen mucho carbono y nutrientes vegetales que, por lo general, proceden de las plantas que fijaron el carbono. Tal es el caso de los desperdicios de las explotaciones mixtas agrícolo-ganaderas, que consisten en una mezcla de paja con estiércol animal.
Los abonos verdes provienen de cultivos de gramíneas o leguminosas, realizados con el único propósito de incorporarlos al suelo, o bien de dejarlos en superficie después de completar su ciclo. Además de mejorar la productividad y aptitud, contribuyen a controlar las malezas, insectos perjudiciales y la erosión del suelo, e incluso, pueden proveer forraje para los animales en años de condiciones especiales, como también servir de refugio de las distintas especies animales silvestres.
https://www.mendoza-conicet.gob.ar/portal/enciclopedia/terminos/Fertilizant.htm
Los fertilizantes
Inicialmente los fertilizantes prestaron atención a resolver deficiencias de macronutrientes en los suelos, es decir, la incorporación de fertilizantes nitrogenados, fosfatados y potásicos, sin embargo hoy en día los fertilizantes son muy diversos en los aportes de nutrientes, de manera que pueden aportar un solo elemento, dos, tres o incluso más elementos. Para comprender como funcionan los fertilizantes es fundamental primeramente conocer de qué manera las plantas absorben cada uno de los nutrientes esenciales (Cuadro 1).
La forma de expresar nutrientes en los fertilizantes es en porcentaje: nitrógeno (N), pentóxido de fósforo (P205), óxido de potasio (K20), Ca, Mg y S en forma elemental, aunque algunas veces el calcio y magnesio se expresan como óxidos (CaO, MgO). Ej: sulfato de amonio 20.5-00-00-24 S (N - P2O5 - K20-S). La eficiencia agronómica de un fertilizante, es vista desde dos puntos. a) Su eficiencia sobre el rendimiento de un cultivo determinado, es decir, que tanto puede incrementar el rendimiento por cada kg de nutriente aplicado dentro de un mismo sistema de cultivo, este variará según la fuente del nutriente; y b) Su eficiencia de recuperación la cual indica la cantidad de aprovechamiento (en porcentaje) del nutriente por la planta, de la dosis inicial aplicada en forma de fertilizante. Esta eficiencia es muy variable según cultivos, suelos, riego, etc, sin embargo muchos autores consideran como un promedio aproximado del 50 % para N, 30 % para P y 60 % para K. La selección acertada de los fertilizantes, su momento y forma de aplicación ayuda a lograr una mayor eficiencia agronómica y una mejor recuperación de la inversión por el fertilizante.
Características importantes de los fertilizantes
Las 3 características de mayor importancia a la hora de analizar un fertilizante son su efecto en la presión osmótica (índice salino), en el pH del suelo (índice de acidez) y su ion acompañante. Índice de acidez. Se expresa como el equivalente en kg de CaC03 suficiente para contrarrestar la acidez. Dicho equivalente puede expresarse en función del nutrimento o del fertilizante, en el Cuadro 2 se muestran las características de los principales fertilizantes utilizados.
Los fertilizantes con un efecto residual muy ácido deberán ser evitados en suelos ácidos, estos son el amoniaco anhidro, sulfato de amonio y superfosfato triple. En caso de ser aplicados en estas condiciones del suelo se corre el riesgo de dañar a plántulas, raíces y reducción de la producción. Además se pueden mejorar las condiciones para que los niveles de Mn, Fe y Al aumenten considerablemente a niveles tóxicos para las plantas, inclusive puede favorecerse la fijación de P. Índice salino. Se refiere al aumento de la presión osmótica en la solución del suelo por la aplicación de un fertilizante, respecto al efecto del nitrato de amonio (Cuadro 3). Las sales del fertilizante soluble se concentran alrededor de la zona de aplicación del fertilizante, y si ellas alcanzan las raíces o semillas, entonces se producen daños por deshidratación, menor disponibilidad de agua y toxicidad (quemado por fertilizante). Ion acompañante. Los iones acompañantes son nutrimentos distintos al N, P y K contenidos en los fertilizantes. En algunos casos la presencia de estos iones puede ser benéfica (cuando hay deficiencias de dicho elemento), pero en muchos otros puede ocasionar problemas (ej, por sensibilidad de un cultivo a un elemento). Por lo tanto cuando sea necesario aplicar algún nutriente secundario, también se deberá considerar su efecto en el pH del suelo. El azufre elemental acidifica, el yeso es una fuente neutra, y la cal dolomítica, además de aportar Ca y Mg eleva el pH.
Extraído de https://www.fertilab.com.mx/Sitio/Vista/Los-Fertilizantes-y-sus-Caracteristicas.php,
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